545. Mis primeras semanas en Bogotá

Fluent Spanish Express Podcast, episodio número 545.
Aquí tenéis todo en español que no os enseñan los libros. ¡Comenzamos!

Muy buenos días, bienvenidos, bienvenidas a un nuevo episodio de Fluent Spanish Express Podcast. Hoy es martes 1 de julio de 2025. Mi nombre es Diego Villanueva y cada semana os traigo un nuevo episodio del podcast más desafiante de español avanzado. Ya sabéis, sin adaptar la velocidad ni el vocabulario, sin guión, sin filtros, el español tal y como lo hablamos los nativos españoles.

Primer episodio de este mes de julio. Empezamos el mes con fuerza, con nuevos contenidos. Un episodio que voy a dedicar a responder algunas de las preguntas que me habéis hecho a través de las newsletters en relación a...

Ya sabéis que nos acabamos de mudar a Colombia, a Bogotá, a la capital del país. Hace casi ya dos semanas que estamos aquí y voy a responder algunas de las cuestiones, de las cosas que me habéis dicho que queréis saber sobre mi nueva vida aquí en Colombia.

Voy a aprovechar este episodio para contestar algunas cosas y en otros episodios posteriores, para no daros hoy demasiada información, responderé a más preguntas que me habéis hecho. Me habéis hecho un montón.

Supongo que en este punto tenéis mucha curiosidad de por qué una persona que vive en España en un pueblito de mil habitantes se traslada, se muda, a una ciudad de más de 10 millones de habitantes. Hoy os voy a responder algunas de estas preguntas y el próximo día voy a seguir respondiendo.

Os recuerdo que si queréis suscribiros a la newsletter en www.fluentespanisespress.com, repito, www.fluentespanisespress.com, recibiréis todos los días un email con algunas cosas que os iré contando, con expresiones y con un montón de cosas, para que veáis el español real en contexto.

Es decir, no con frases sueltas, sino contándoos una historia de algo que me pasa, de algo que pienso, y podéis ver un montón de expresiones que utilizamos los nativos.

Estos días no estoy enviando la newsletter, porque voy con la lengua afuera, con todas las cosas que tengo que hacer, ya os contaré ahora, y en los próximos días voy a seguir enviando la newsletter todos los días, de lunes a viernes, y a veces también un fin de semana.

Pero bueno, hoy voy a responder algunas de las preguntas.

También me acabo de acordar que es 1 de julio y que hace un par de semanas, justo antes de mi mudanza, este podcast o este proyecto, concretamente Fluente Spanish Express, cumplió cuatro años.

Así que feliz cumpleaños para Fluente Spanish Express. Ni siquiera me acordé de celebrarlo.

Pero el caso es que, como digo, ya hace cuatro años, 2021, que comencé este proyecto, del que estoy muy orgulloso, del que tengo, pues, bueno, muchas, no sé cómo decirlo, muchas ganas de continuar durante mucho tiempo, porque la verdad es que lo disfruto un montón.

Bueno, vamos con este episodio de hoy, como digo, en el que voy a hablaros o voy a responder algunas de las cosas, de las preguntas, si es que sé responderlas, que me habéis enviado, y que, bueno, pues, yo intentaré hoy, en este episodio, de manera amena, divertida, pues, responderos en la medida que pueda hacerlo.

Una de las preguntas que me hacía una estudiante, una suscriptora de la newsletter, Francesca, me decía que por qué elegimos Colombia y no otro país.

Bueno, la respuesta es sencilla, o no sé si tanto, pero ya os he contado aquí algunas veces en el podcast, que mi mujer es colombiana.

Bueno, elegimos el país, pues, bueno, por muchas razones, la verdad es que ya os lo comentaba hace algunos episodios, también mis ganas de explorar, de tener nuevas experiencias, el hecho de que este país lo haya visitado en el pasado y que me haya gustado tanto, pues, también ha influido, estar cerca de la familia de mi mujer también, bueno, muchas cosas que, al final, creo que, en suma, han hecho que hayamos tomado, mejor dicho, la decisión de mudarnos aquí, a Colombia.

Como ya también he dicho en alguna ocasión, no es algo que va a ser definitivo, es decir, en el futuro probablemente regresaremos a España, o iremos a otros países, no sabemos, pero desde luego que este es un pasito más en nuestro proyecto de vida, podemos decirlo así, y que hemos decidido tomar ahora, pues, en este momento de nuestra vida, decidimos mudarnos aquí, a Colombia, y elegimos esto por muchas razones.

También una de las cosas que me está gustando mucho de este movimiento al otro lado del charco, podríamos decir, es el tema de los horarios con respecto a muchos de mis estudiantes que estáis en Estados Unidos, en Canadá, en Brasil también, bueno, pues, porque ahora, con el tema de los horarios, es mucho más fácil para mí que compaginar todas las clases, ofrecer un poco más de abanico de posibilidades para que podáis tomar vuestras clases en los programas de fluidez, en los programas para mejorar vuestro español.

Bueno, entonces, respondiendo a Francesca, pues esto: nos hemos mudado aquí a Colombia, Bogotá concretamente, la ciudad de la familia de mi mujer, entonces, una ciudad que yo también ya conocía, que, dentro del caos que es, tiene muchas posibilidades, porque tiene un montón de opciones para todo, o sea, no os podéis imaginar…

Luego, Nick, que me contaba que ha visitado países como... bueno, ha visitado España, ha visitado Colombia, dice que... o me preguntaba acerca de la seguridad, porque él decía que había visitado Sevilla, en España, y que se sentía más seguro que en su propio barrio, en Estados Unidos.

A ver, respecto a la seguridad, es verdad que yo vengo de vivir en un sitio en el que puedes andar por cualquier sitio, cualquier hora, haciendo lo que te dé la gana y no tienes ningún peligro.

O sea, yo, en más de 40 años viviendo en Asturias, nunca jamás he tenido ningún problema de seguridad, nunca me han atracado, nunca he tenido un robo, nunca me han atacado. La verdad es que, en ese sentido, yo por lo menos pienso que España, básicamente en el norte de España donde yo vivía, pues la seguridad es algo que… bueno, no sé, es que se da por hecho.

Tú sales a la calle y no sales pensando si te van a robar, si va a pasarte una cosa u otra.

¿Qué pasa en Colombia?

Bueno, en Colombia… no es todo como pinta en Netflix, o sea, esto no es Narcos, no es que vas por la calle y aquí tienes que andar escapando, corriendo por todos lados.

Pero tampoco es Disneyland. Hay un término medio.

Un término que utiliza además Nick en su mensaje, en el mensaje que me enviaba, que además también se utiliza mucho aquí, que es “no dar papaya”.

La papaya, para ponerse un poco de contexto, es una fruta, y lo de “no dar papaya” no es un consejo nutricional, sino que es un consejo de intentar no llamar demasiado la atención.

Yo, en Colombia, de momento, pues bueno, sí que puedo llamar un poquito más la atención, básicamente, no sé, por mis rasgos o lo que sea, pues sí que hasta el momento atraigo algunas miradas más de lo habitual.

Pero sí que es verdad que yo intento pasar todo lo inadvertido que puedo. No sé, por ejemplo, hay que tener determinadas cuestiones un poco de cuidado:

  • No andar con el teléfono móvil como en España.
  • En España yo iba con el móvil mirándolo por la calle, tranquilamente, a todas horas, sin importarme quién estaba a mi alrededor.
  • Pues bueno, ahora aquí hay que tener un poquito de cuidado, medirse un poco más.

Yo no soy una persona tampoco que me guste demasiado llamar la atención, con lo cual, en ese sentido, creo que no debería tener demasiados problemas.

Luego, es verdad que ahora mismo estamos en un barrio muy tranquilo, un barrio que tiene muchos parques alrededor y que, de momento, todo está siendo mucho más fácil para mí en cuanto a la adaptación de lo que esperaba.

Porque yo es cierto que me imaginaba una realidad en la que quizás salir de casa iba a ser un poco más complicado de lo que está siendo.

Sin embargo, todos los días estoy pudiendo ir a caminar, hacer un montón de cosas que ni me imaginaba.

Es verdad que apenas llevo dos semanas, ya he estado otras veces en Colombia, pero en términos de seguridad, desde luego, que no hay nada como Oviedo, como Asturias, como mi casa.

Porque allí, como os digo, podía hacer lo que me daba la gana.

Aquí, de momento, teniendo cuidado y teniendo claro algunas cosas, algunos consejos de seguridad, creo que en principio espero no tener problemas.

O sea, no es algo… A ver, puedes tener mala suerte en todos lados, eso está claro.

Yo en Asturias nunca tuve ningún problema y aquí, sinceramente, espero no tenerlo. Así que, bueno, ya iremos viendo con el tiempo qué pasa.

Más cosas.

A ver, me preguntaba Cécile también cómo es el cambio de un pueblo tranquilo —es verdad que yo vivía en un pueblo de mil habitantes— a trasladarse a una ciudad como esta, que es gigantesca, que es un caos.

Bueno, pues a ver… se nota mucho.

Os decía en la newsletter que Bogotá me parece la ciudad que no duerme.

Es una ciudad en la que a todas horas está pasando algo. Tú te asomas a la ventana a las tres de la mañana y ves pasar coches y ves gente caminando por el parque.

Es una ciudad que, en ese sentido, creo que está viva las 24 horas del día.

Los ruidos, creo que como en cualquier lugar, te vas acostumbrando a ellos.

Por ejemplo, yo el tráfico ya lo veo como un poco de ruido blanco. Ya es algo a lo que me he acostumbrado, ya tengo que fijarme mucho para escucharlo.

Pero sí es verdad que hay otro tipo de ruidos a los que todavía no estoy adaptado, por ejemplo:

  • El hecho de que la gente suele tener música a todas horas.
  • El tráfico, que es un caos.

Tienes que planificar un poco las cosas que vas a hacer, porque hay determinadas horas que yo todavía no sé, porque no conozco, en las que es difícil moverse por la ciudad.

Porque hay calles que se colapsan porque la gente sale de trabajar, porque se va a sus casas, lo que sea.

Pero bueno, en principio, bien.

Cécile también preguntaba cómo lo lleva nuestra perra.

Bueno, pues bien. Entre que le demos comida, que la llevemos al parque de enfrente y que pueda tener un sitio donde estar durmiendo la mayoría del día, ella está feliz.

En realidad, ella lo está llevando muy bien. Es muy fácil de adaptar.

Tengo que recordaros que mi perrita es oriunda de aquí, de Bogotá.

Ya había estado con nosotros en España unos años, pero ahora ha regresado y podemos decir que Bogotá es su ciudad. Así que ella “rola”, como se dice aquí, y está encantada.

También me preguntaba Cécile que si había escuchado algunos modismos, algunas frases…

Y sí, hombre, claro. A ver, constantemente estoy escuchando nuevas frases o frases que ya conocía, pero ahora las escucho todo el rato.

Es muy interesante ver el contraste entre cómo utilizamos algunas expresiones en España y cómo se utilizan aquí en Colombia.

Eso me encanta. Me encanta ver cómo se dicen las cosas, el vocabulario que se utiliza, aprender palabras nuevas. Estoy como una esponja empapándome, aprendiendo un montón de cosas.

Y no solo a nivel idiomático, sino también a nivel cultural.

Por ejemplo, una anécdota: en España, cuando nos saludamos con alguien, nos damos dos besos.

Bueno, pues durante la primera semana aquí en Colombia yo estuve dándome dos besos con todo el mundo, pero siempre me quedaba con el segundo en el aire. Es decir, la gente me daba un beso y el otro se quedaba muerto en medio de la nada.

Entonces, ahora ya me acostumbré a que cuando saludas a una persona aquí, es un solo beso.

¿Qué más cosas?

Por ejemplo, cuando en Colombia dicen “nos vemos ahorita” o “nos vemos ahora”, puede significar ahora, luego o nunca.

Así que dejé de preguntar y simplemente me relajo y espero. Porque “ahorita” o “ahora” puede ser eterno.

Aquí la percepción del tiempo es totalmente distinta.

Y luego también me preguntaba Vitaly cómo es la vida en Bogotá, cómo es el trabajo, las condiciones, las diferencias entre la costa y la montaña.

Bueno, pues claro, aquí mi visión es subjetiva, no es la norma general.

  • La gente de la costa me parece mucho más tranquila, más pausada, va más a su rollo, todo lo hace de manera relajada.
  • Aquí en la ciudad, ves a la gente que va a mil por hora, haciendo las cosas rápido, siempre con prisa.

Pero esto creo que es algo de Bogotá, y también lo veía en mi ciudad de Oviedo. Cuando iba del pueblo a la ciudad para hacer alguna gestión, veía que todo el mundo andaba a mil por hora.

Así que, en ese sentido, aquí la gente me parece mucho más estresada, pero creo que eso es lo normal en las grandes ciudades.

En cuanto al trabajo, como os decía antes, estoy contento.

Hace ya un par de semanas que estoy trabajando de nuevo con los estudiantes en los programas de fluidez. Si queréis saber más sobre este tema, escribidme o suscribíos a la newsletter, porque ahí lo voy contando todo.

Me gusta también el tema de los horarios: la mayoría de las sesiones individuales de fluidez las estoy teniendo por la mañana.

Con lo cual, al mediodía, a la hora de comer, ya básicamente terminé con casi toda mi carga de trabajo y me dedico a otras cosas.

De las cosas interesantes, también está la burocracia.

Es complicada aquí en Colombia. Un montón de cosas que hasta ahora desconocía y que tengo que ir haciendo.

Los trámites son lentos. A veces, para hacer un único trámite, eché todo el día. Me voy por la mañana y vuelvo por la tarde con un papelito.

Son cosas que voy haciendo poco a poco, avanzando, desde luego no al ritmo que me gustaría.

Pero bueno, es importante también aprender cómo funcionan los ritmos de cada lugar, que no son los mismos a los que estaba acostumbrado.

¿Y qué más cosas?

Como os decía, os agradezco a todas las personas que me habéis mandado mensajes deseándome una rápida adaptación aquí en Colombia, que disfrute muchísimo de esta experiencia.

También os agradezco todas las preguntas que me habéis hecho. Todavía me quedan en el tintero algunas sobre la comida, sobre la forma de hablar, sobre las cosas que echo de menos de España.

Aunque tengo que deciros, un pequeño spoiler: de momento, en dos semanas, no me ha dado tiempo a echar muchas cosas de menos de España.

Creo que pocas, o casi ninguna. Así que todavía es pronto para hablar de morriña.

Como os digo, os dejo en los comentarios, podéis enviarme todas las preguntas, todas las cosas que queréis que os cuente de aquí:

  • Si queréis que os hable de contrastes entre España y Colombia,
  • de costumbres,
  • de comida,
  • de expresiones,
  • de lo que os dé la gana…

me vais mandando vuestras inquietudes, vuestras preguntas, y yo en los siguientes episodios os iré respondiendo tan pronto como pueda.

Espero que hayáis disfrutado de este episodio y que sigáis muy bien.

Yo os seguiré contando toda esta aventura y os recuerdo: newsletter en www.fluentspanishexpress.com.

Nos vemos en el próximo episodio, que tengáis muy buena semana.

Adiós.

El hábito diario que cambia tu español.

Únete a la newsletter de Fluent Spanish Express.
Cada día un correo corto, directo y práctico con historias, expresiones y trucos que los nativos usamos sin pensar.