Fluent Spanish Express Podcast, episodio número 539. Aquí tenéis todo el español que no os enseñan los libros. ¡Comenzamos!
Muy buenos días. Bienvenidos, bienvenidas, a un nuevo episodio de Fluent Spanish Express Podcast. Hoy es martes 15 de abril de 2025. Mi nombre es Diego Villanueva y cada semana os traigo un nuevo episodio del podcast más desafiante de español avanzado.
Ya sabéis, sin adaptar la velocidad ni el vocabulario, sin guión, sin filtros, el español tal y como lo hablamos los nativos españoles.
Bueno, son las 6 y 37 de la mañana, todavía tengo las legañas pegadas y el episodio de hoy se lo quiero dedicar a todas las personas que ayer deciden no hacer algo y dejarlo para el día siguiente, como es mi caso. Bueno, que ayer dije "bueno, ya grabaré mañana por la mañana" y aquí estoy, como digo, con las legañas pegadas y con mucha pereza de grabar este episodio. No porque no tenga ganas de grabar el episodio, sino porque es que es muy pronto. Y bueno, tengo muchas cosas que hacer, pero tengo que grabar esto rápidamente para publicarlo y pues seguir con mis cosas. El caso es que, como digo, episodio de hoy dedicado a los procrastinadores y a las procrastinadoras, a esas personas que dejamos las cosas que podemos hacer ayer para hoy y que hoy nos estamos cagando en todo. Así que, como digo, episodio dedicado para todos vosotros, para todos nosotros, en realidad, nosotras, que, bueno, pues dejamos las cosas que podemos hacer ayer para hoy. Bueno, hoy os traigo un episodio súper interesante con una frase, una expresión que se escucha muchísimo últimamente en conversaciones, en redes, en discusiones absurdas. Es una frase que suena a excusa, a queja, en directa camuflada, en realidad, y es la frase "la gente tiene la piel muy fina". Quizás conocéis esta expresión, la habéis escuchado un montón de veces, pues hoy vamos a hablar de eso. O mejor dicho, vamos a hablar de lo que realmente se esconde detrás de esa frase, porque es una frase un poco cabrona, la verdad, que no es tan inocente como parece y no tan cierta. Es una frase que tiene algunos significados por detrás. Bueno, antes de eso voy a poner así una musiquita de supermercado y os cuento una cosa. Pues ya está en marcha la segunda edición del programa de fluidez en ocho semanas. Los programas de Fluent Spanish Express, si no sabéis de qué os hablo, es algo de lo que hablé en el episodio 538, el episodio anterior, así que echadle un vistazo. Pero así, de manera muy resumida, son entrenamientos mensuales. Todos los meses lanzo un nuevo programa con un objetivo, un problema, una solución. Y bueno, pues en este caso estamos ya con la segunda edición del programa de fluidez en ocho semanas. Estamos desarrollando la primera edición, estamos en la tercera semana, estamos desbloqueando nuestro español y bueno, pues como digo, he abierto la inscripción para las personas que están en la lista de espera, así que os invito a que entréis en www.fluentspanishexpress.com y ahí os inscribáis si estáis interesados o interesadas en realizar estos programas de ocho semanas. A partir de lunes ya se podrá inscribir todo el mundo, las personas que están tanto en la newsletter como a través directamente de la página web, así que bueno, pues echadle un vistazo, escuchad el episodio como digo 538, el anterior, y sabréis de qué va todo esto. Pero si os interesa esta historia, este entrenamiento de la fluidez, os invito a que entréis en la página web o que me escribáis directamente. Y dicho esto, vamos al lío, vamos a hablar del tema que os traigo hoy, esa expresión que os comentaba al principio, que es "la gente tiene la piel muy fina". Seguramente la hayáis escuchado un montón de veces, no sé, en el trabajo, en un acción familiar, en redes sociales, o incluso puede que le hayáis dicho vosotros mismos. Es una expresión que a priori pues suena muy inofensiva, que parece que no tiene doble significado, como quien hace un comentario sin ningún tipo de maldad, pero cuidado, esta frase tiene más capas que una cebolla en invierno. Es una frase muy cabrona, es una frase que esconde algunas cosas detrás y es algo de lo que quiero hablar en el episodio de hoy. Es un matiz más del idioma, un matiz súper interesante de la manera en la que nos comunicamos. Es como digo, una expresión que tiene un doble filo, es una expresión que es cierto, que a veces es verdad. Hay personas que se ofenden o nos ofendemos por todo, que nos tomamos las cosas de manera personal, nos las tomamos muy a pecho, que nos tomamos algunos comentarios que, bueno, pues no están dichos con demasiada maldad como un ataque personal y es verdad que pues a veces sí, es cierto que tenemos la piel un poco fina. Todo depende también un poco de nuestras circunstancias, de nuestro momento, del comentario que recibimos, en el momento en el que lo recibimos, bueno, depende de muchos factores, ¿no? Pero es verdad que esta frase, "la gente tiene la piel muy fina" o "chicos, que tienes la piel muy fina" es una muchas veces una manera, una forma de justificar algo que hemos dicho fuera de lugar. Es algo así como yo, no es que yo haya sido imbécil diciendo lo que he dicho, sino es que tú eres demasiado sensible, ¿vale? Te molestas por todo. Vamos, básicamente es algo así como que no quiero hacerme responsable de las cosas que digo, de las cosas pues que suelto y el problema eres tú. Es como pasarle un poquito la pelota a la otra persona, ¿no? Pues eso, yo, el problema no es que yo haya dicho algo que está mal, sino el problema es que tú lo recibes de una manera que no es como deberías recibirla, ¿no? De según mis estándares, según lo que yo pienso, es algo que es tu problema, ¿no? Vale, en la cultura española, en España, tenemos una relación bastante peculiar con la sinceridad, ¿vale? Se valora ser directo, sí, a veces demasiado, pienso. Aquí existe una especie de medalla al mérito por decir las cosas como son. Últimamente, pues, te puedes encontrar muchas personas que, bueno, pues es que a mí me gusta decir las cosas tal y como son, es que yo hablo sin filtro, es que yo no tengo pelos en la lengua, vale, sí, está bien decir las cosas que queremos decir, pero esto muchas veces significa soltar comentarios gratuitos, ofensivos o totalmente innecesarios. Y claro, aquí, ¿qué pasa? Que en el tema de la comunicación, pues, somos dos personas, ¿no? La persona que, o más de dos personas, la persona que habla y las personas que reciben los mensajes que les transmitimos, ¿vale? Entonces, claro, ¿qué pasa? Que cuando hacemos estos comentarios de "es que tienes la piel muy fina", lo que hacemos en realidad es traspasarle o, digamos, darle el peso de la comunicación a la persona que recibe los comentarios. Es decir, si te molestas es tu problema, es que no sabes encajar los comentarios, ¿no? Se critica a la persona que se molesta, en realidad, y se premia a la persona que habla, como digo, sin pelos en la lengua, ¿no? Que es una persona, pues, mira, esta persona que es que él siempre dice lo que piensa, es una persona que no tiene miedo a expresar su opinión, pero claro, esto, en realidad, pues, es una mierda. ¿Qué creéis que os digo? Lo voy a decir así claramente, voy a hablar sin pelos en la lengua, pienso que esto es una mierda. Porque, claro, cuando a ti te hacen un comentario fuera de lugar, un comentario ofensivo, un comentario que, pues, bueno, pues, es una mierda, parece que la única opción válida que tenemos es, pues, poner así cara un poco de circunstancias y sonreír, ¿no? No sé, tratar de encajar el comentario con una sonrisa, ¿no? Claro, ¿qué pasa? Que se confunde, o en mi opinión, se confunde sinceridad con falta de filtro, ¿vale? ¿Podemos decir las cosas que pensamos? Sí, pero hay que tener un poquito de cuidado, ¿vale? Hay otra frase que es hermana de esta frase de tener la… de es que la gente tiene la piel muy fina, que es "la coletilla era broma", ¿vale? A veces, cuando estamos diciendo algo y vemos que la otra persona se molesta, pues, esta frase, "era broma", aparece como por arte de magia, ¿no? No sé, hacemos un comentario que está fuera de lugar y vemos que la otra persona, pues, pone así cara de enfadarse. "No, hombre, pero era broma, ¿eh? No te enfades, ¿eh?" Vale, es una… de nuevo, una manera de esconder, a través de esta sonrisilla, de este humor forzado, digamos, una opinión que tenemos, ¿no? Es decir, es como decir las cosas soltando una sonrisa por si acaso, ¿no? Voy a ver si cuela, a ver si… a ver si digo este comentario, esto que pienso, y si veo que no… que no entra muy bien, que la gente se molesta por lo que estoy diciendo, pues digo que era broma y ya está, santas pascuas, ya no hay ningún problema, ¿no? Como digo, la responsabilidad de la comunicación la tenemos tanto las personas que hablamos como las personas que escuchamos, ¿vale? No es… con esta… con este tipo de frases lo que… lo que hacemos es traspasar la responsabilidad a la persona que escucha, es decir, a la persona que reacciona, y eso no es así, eso no debería ser así, es decir, si yo hago un comentario que está fuera de lugar, que ofende a otras personas, lo primero que tengo que hacer es pedir disculpas, ¿no? No ofenderme, que es lo que muchas veces hacemos, ofendernos por que la otra persona no se ha tomado el comentario como nosotros esperábamos que se lo tomara o como debería… o como creemos que debería tomárselo, porque, bueno, pues nuestro comentario no tenía ninguna malicia y tú es que te lo estás tomando demasiado pecho. Bueno, pues esto es un problema. El tener o el decir las cosas con filtro en realidad no te convierte en una persona falsa, ¿no? Podemos pensar "no, es que claro, si tengo que adaptar mi mensaje, adaptar las cosas que digo a las otras personas, pues claro, ya no puedo decir las cosas tal y como las pienso y soy una persona falsa, ¿por qué? Porque no digo lo que pienso". Bueno, no, mentira. No es que te conviertas en una persona falsa, te conviertes en una persona que tiene empatía. De eso es verdad, que es algo de lo que no vamos sobrados últimamente, la verdad es que, bueno, pues por todos lados vemos mucha falta de empatía, en muchos… en cada rincón del mundo vemos bastante falta de empatía o cada vez menos empatía y bueno, pues está bien que hablemos bien, que hablemos claro, que digamos las cosas que pensamos, pero también tenemos que tener un poquito de cuidado, ¿vale? Yo creo, o esta es mi opinión, que no vale todo por ser sincero, o sea, bajo esa cortina de "es que yo soy sincero y digo las cosas tal y como las pienso", pues no es que tengamos vía libre para poder ofender a las a los demás, ¿no? Es que hay que tener un poquito de cuidado. Esto de utilizar esta expresión "tener la piel muy fina" o como os decía, esta coletilla de "era broma", pues es muy español, es algo que hacemos mucho aquí en España, creo que quizás no tanto en otros países hispanohablantes, porque bueno, pues el trato es un poco más cuidado, es más diplomático, más amable, más indirecto, pero aquí en España la verdad es que vamos a saco, es decir, bueno, decimos las cosas, como digo, muchas veces sin filtro y luego nos extrañamos si alguien se ofende, ¿no? Pero qué he dicho, te quedas como ofendido, "es que no sabes recibir un comentario, simplemente un comentario no era para molestarte", ¿no? Entonces hemos dicho una burrada y nos acostumbramos a, digamos, a descargar la responsabilidad en la persona que nos escucha, es decir, no nos responsabilizamos de las cosas que decimos. Hace muchos años, cuando trabajaba en el banco, tenía un jefe que, bueno, pues bueno, hacíamos reuniones todos los lunes para hablar un poquito de los objetivos, de cómo íbamos en el cumplimiento de los objetivos, en cosas que podíamos hacer, hablábamos de ciertos clientes, de, bueno, un poco de todas esas cosas que se suelen hacer los trabajos y que, bueno, pues a ver, estaba bien, bueno, estaba bien, era lo que había que hacer, ¿no? Simplemente, pues, tener unos objetivos y tratar de cumplirlos, ¿no? El problema es que mi jefe, que era un poco gilipollas, por qué no decirlo, bueno, a ver, en el trato personal era, era, era una buena, o sea, estaba bien, era una persona normal, pero luego tenía ciertos comentarios, ciertos chascarrillos que a mí me tocaban mucho las narices. Por ejemplo, os voy a poner un ejemplo. Una vez estábamos en una reunión y soltó una frase así, "hay que sangrar a los clientes", ¿vale? Sangrar a los clientes, en este contexto, significa que hay que coserlos a comisiones, hay que cobrarles muchas comisiones, hay que venderles seguros que no necesitan, venderles productos financieros que no necesitan, todo con, pues digamos, para cumplir los objetivos del banco, ¿no? Claro, ¿qué pasa? Que a mí esta frase de "hay que sangrar a los clientes" me tocó mucho las narices porque yo, bueno, en ese momento cuando dijo, cuando, cuando dijo esa frase ya tenía un conflicto, bueno, siempre, en realidad siempre lo tuve, pero ya el conflicto ético-moral que yo tenía con mi trabajo en el banco, pues ya estaba en un punto muy alto, yo ya estaba ya, bueno, pues pensando en qué iba a hacer para irme del banco porque no quería seguir trabajando en una, en un tipo de negocio así, en un tipo de negocio en el que si decías "hay que sangrar a los clientes" todos se reían, bueno, pues en ese momento cuando dijo eso, ese jefe, yo le afeé el comentario, es decir, le dije que me daba pena, asco que dijera algo así, porque, bueno, básicamente yo no pensaba eso, y él, claro, como vio que yo me puse muy serio y que puse, digamos que le puse, le paré los pies, pues, bueno, hizo ese comentario de "bueno, hombre, Diego, es que tienes, tú es que tienes la piel muy fina, hombre, ya sabes que no lo digo en serio, no sé qué", bueno, sí lo decía en serio totalmente y si, bueno, si veréis la manera que tenía de trabajar, pues obviamente entenderíais que sí, que lo decía totalmente en serio, bueno. Pues bueno, contada esta, esta, esta anécdota personal, que, bueno, es una tontería, tener la piel fina no siempre es malo, ¿no? Cuando, cuando tenemos, digamos, la piel fina, cuando reaccionamos ante los comentarios que nos hacen, para mí también, es una, desde el punto de vista de la persona que recibe los comentarios, es también bueno, en el sentido de que es que tenemos criterio, ¿vale? Que nos dicen una cosa que nos molesta y que lo decimos, ¿no? Que no nos callamos, ¿vale? Eso me parece que es algo muy positivo. Desde el punto de vista de la persona que, de que hace los comentarios, es decir, si somos nosotros las personas que hacemos los comentarios, pues creo que, si, bueno, yo creo que si hacemos un comentario que ofende a otra persona o que lo recibe de una manera que no esperamos, creo que lo mínimo que deberíamos hacer es tratar de, bueno, pues pedir perdón, ¿no? En el momento que hacemos ese comentario y que, y que, bueno, pues digamos que se ha salido de madre, pues pedir perdón, es decir, no descargar la responsabilidad en la persona que nos está escuchando, diciéndoles que, "joder, es que tienes la piel muy fina, es que te molestas por todo", sino básicamente darnos cuenta de que, bueno, pues hemos hecho, hemos, hemos hecho un comentario fuera de lugar, hemos hecho un comentario que no, del cual no era el momento. Bueno, hablar o saber decir las cosas cuando tocan es una virtud, es algo que no todas las personas saben hacer o sabemos hacer, muchas veces hacemos comentarios desafortunados, pero creo que este, este episodio me gusta, bueno, tenía ganas de hacerlo, pues básicamente a nivel personal también, pues para ser consciente de, bueno, pues si alguna vez hago un comentario que no, que no es apropiado, pues tener la reacción natural o automática de pedir perdón por, por haber hecho ese comentario, ¿no? No ponerme la defensiva y no, como digo, darle la responsabilidad a la persona que se ofende, sino ser yo la que asuma la responsabilidad de que, pues la he cagado, ¿no? De que, de que he metido la pata y de que no tenía que haber hecho ese comentario y que tenía que haber tenido un poquito más de cuidado. Así que, bueno, bueno, no sé, esto es un poco lo que pienso, quería venir aquí al podcast, explicaros, hablaros de esta frase que tiene, como digo, doble filo, doble, doble significado, que esconde algunas cosas detrás y que quizás, pues, bueno, nunca os hayáis parado a pensar en ello, quizás nunca la hayáis escuchado, pero a partir de ahora, si escucháis esta frase o frases como estas, de este estilo, pues, bueno, que veáis un poquito, que veamos todos estos matices que tienen este tipo de expresiones, que, como digo, a veces no son tan, tan simples o tan, no sé cómo decirlo, bueno, que, que, que, que se hacen a veces que parece que se hacen sin maldad, pero en realidad a veces esconden cosas detrás, ¿no? Es, como decía, el tema de la cebolla que tiene muchas capas, ¿no? Bueno, pues, esta expresión o este tipo de expresiones son interesantes en ese sentido. Bueno, espero que os haya gustado este episodio.
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