¡Muy buenos días! Bienvenidos, bienvenidas a Fluent Spanish Express Podcast. Todos los días, de lunes a viernes, contenidos con consejos, con recursos y recomendaciones para llevar vuestro español al siguiente nivel.
Hoy, miércoles 21 de junio de 2023, episodio número 394. En el episodio de hoy nos visita Anat Lázaro, una correctora y redactora de textos que lleva unos cuantos años viviendo en Alemania. Ha venido al podcast a contarnos su interesante experiencia aprendiendo un idioma que no es el suyo.
Transcripción del episodio
Esto es Fluent Spanish Express, el podcast para aprender todo el español que no te enseña en los libros. ¡Comenzamos! Muy buenos días, bienvenidos, bienvenidas a Fluent Spanish Express Podcast, todos los días de lunes a viernes, contenidos con consejos, con recursos y recomendaciones, como siempre digo, para llevar vuestro español al siguiente nivel. Hoy es miércoles 21 de junio de 2023, episodio número 394 de Fluent Spanish Express Podcast y hoy, 21 de junio, entra oficialmente, o llega oficialmente, el verano en el hemisferio norte. Así que desde hoy, 21 de junio, comienza el verano hasta, creo, 21 de septiembre, o sea que tres meses por delante para disfrutar de este verano, aunque las temperaturas, la verdad es que ya son, desde hace semanas, bastante veraniegas. Bueno, en el episodio de hoy tenemos una entrevista con una estudiante, pero en este caso no es estudiante de español, sino que es una nativa española que vive en otro país, en un país europeo y que, bueno, pues lleva unos años viviendo y nos va a contar, o ha venido a contarnos, su interesante experiencia aprendiendo un idioma que no es el suyo. Así que, súper inspiradora esta historia también, pero antes de eso, como siempre, me presento. Mi nombre es Diego Villanueva, profesor de español y creador de Fluent Spanish Express. En www.fluentspanish.express dos cosas. La primera de ellas, todas las transcripciones de todos los episodios del podcast de los 394, sin necesidad de registrarse, simplemente buscáis el podcast y tenéis el audio, tenéis el texto, para comprobar que entendéis el 100% de lo que digo. Una buena práctica para intentar mejorar vuestra comprensión auditiva. También, muy interesante, la newsletter. Newsletter que envío todos los días de lunes a viernes a todos los suscriptores y suscriptoras, más de 500 suscriptores y suscriptoras que cada día reciben, pues, un montón de historias, de recomendaciones, de herramientas, bueno, de cosas que les ayudan a llevar su español al siguiente nivel. Así que os recomiendo que os suscribáis también. Es gratuito, simplemente me dejáis vuestro email y comenzáis a recibir todos los emails, correos electrónicos todos los días. Bueno, dicho esto, hoy sí, como os digo, otra entrevista. Tenemos a Anat Lázaro, que es una correctora y redactora de textos que lleva unos años viviendo en Alemania y, como os decía, ha venido al podcast a contarnos su experiencia aprendiendo un idioma que no es el suyo. Así que os dejo con la entrevista, espero que la disfrutéis. Hoy nos visitan el podcast, Anat, que es, como vais a poder apreciar, nativa, nativa española, es correctora y redactora de textos y, pues, ha venido aquí al podcast, no a contarnos su historia con el español, sino, bueno, pues, su historia con los idiomas, porque ella actualmente está viviendo en Alemania y, pues, ha venido a contarnos su experiencia tanto con el idioma como con la cultura. Así que, bienvenida, Anat, buenos días. Buenos días, Diego, muchas gracias. Bueno, encantado de que estés aquí en el podcast. Además, me gusta porque es una historia un poco diferente, porque no es de gente que está aprendiendo español, sino también la pelea con los idiomas, ¿no? Porque, ¿tú cuánto tiempo llevas en Alemania? Pues, mira, en octubre hago tres años. ¿Tres años? ¿Y cómo lo llevas con el idioma alemán? Pues, depende a quién preguntes. No, a ver, en general, bien, o sea, soy autónoma, totalmente autónoma, es decir, he tenido aquí un embarazo y lo he llevado en alemán, con un médico que hablaba español, pero pocas palabras, sobre todo fue la parte de estar segura yo, pero mi matrona era alemana, el parto fue en alemán, bueno, en alemán o en inglés, no me acuerdo, sé que me hablaban, yo tenía… Pero supongo que ahí no entendías nada, ¿no? Ahí simplemente… No, pero bueno, sí, fue en alemán y mi vida en general es en alemán. Bueno, ¿tu pareja es alemana? Mi pareja es alemana, bueno, él es alemán y cuando nos conocimos no hablaban nada de español. Nada, y ¿cómo era la comunicación? Pues, mira, yo en aquel entonces estaba estudiando para el B1 de alemán, así que hablábamos en inglés, hasta que yo dije, no, podemos seguir hablando en inglés si yo quiero aprender alemán, así que empezamos a hablar en alemán y entonces descubrí la maravilla de las relaciones interculturales, porque como yo no podía expresar… Bueno, no sé si sabes cómo es el alemán como lengua, la estructura del alemán como lengua es muy diferente al español, los verbos van en otro sitio, las subordinadas funcionan de otra manera y entonces cuando quieres expresar ideas muy complejas es muy complicado. Ya, y el amor es muy complejo. Y el amor es muy complejo y entonces cuando empezamos a hablar, claro, yo tenía que simplificar todas mis ideas y para mí fue maravilloso porque yo pasé de ser una persona, bueno, sigo siendo una tía muy revolucionada, pero de tener 50 cosas en la cabeza para querer expresar una y muy clarita y yo digo que eso fue lo que fundó nuestra relación y lo que mejor nos ha funcionado desde entonces. Bueno, dicen que, o bueno, yo soy de los que piensan que el amor es una de las mayores motivaciones para aprender un idioma, ¿no? El amor y el trabajo, me parece que son las dos más fuertes, ¿no? En tu caso, ¿cuánto tiempo te llevo más o menos en el Jam, como dices ahora mismo, sentirte ya más cómoda expresando tus ideas, tus sentimientos? Pues yo te diré que cuatro años, yo llevo con el cinco y el primer, o sea, nosotros nos conocimos un verano, yo vine aquí a Alemania el verano siguiente, estuve dos meses estudiando alemán aquí y luego ya el siguiente viaje, bueno, el siguiente periodo largo ya fue para venirme y yo creo que no fue hasta después del nacimiento de mi hija y empezar a vivir en Alemania, empezar a vivir de verdad, quiero decir, pues ir a hacer cursos con el bebé y conocer a otras madres alemanas y a otros padres con bebés sin que esté mi chico ahí. Pues tenés que ir a una consultoría de lactancia, ir a la guardería… La vida, cuando es más allá de… quiero ese trozo de pechuga, por favor. Entonces ahí yo creo que realmente, sobre todo, pasar mucho tiempo, horas con nativos, hablando y viviendo, al final yo creo que es vivir la lengua. A nivel de dificultades, ¿cuáles son las cosas que más difíciles, bueno, las cosas más difíciles para ti al principio que tenías ahí? Para mí el salto entre el b1 y el b2 fue una locura porque hasta el b… o sea, en alemán, en español usamos las parífrases verbales, ¿no? Estoy haciendo, voy comiendo, estoy a punto de… en alemán esto no existe. Y eso son adverbios. Y encima solo usan un tiempo verbal. Entonces, claro, yo no podía decir las cosas, o sea, no sabía porque les intenté. Si hubieras venido… bueno, no, si hubieras venido… Ahora no me sale, pero cualquier cosa con un pretérito pluscuamperfecto en alemán se dice con un pasado normal. Pero es que no es eso lo que quiero decir. Claro, cuando hacías la traducción en tu cabeza te quedaba coja la frase, no? Decías, no es exactamente lo que quiero decir. O intentaba decir cosas de mucho más nivel, cosas que se dirían en un c1. Y claro, con un b1 intentar hablar como en un c1 te sale una bandata, ¿no? Yo creo que fue lo más complicado. Y ahora lo más complicado de todo son siempre las diferencias interculturales, o sea, las cositas interculturales. El tono alemán, por ejemplo, cuando hay una conversación, el alemán es mucho más seco, mucho menos polite, ¿cómo se dice? Cortés. Y entonces, a veces, cuando discuto… o sea, cuando no estamos discutiendo una conversación relajada, parece que está enfadado y es como, pero ¿por qué? ¿qué pasa? No, es que es la manera de decirlo. Y ese chip y sobre todo la parte gesticular, es una cosa que muchas veces trabajamos muy poco en las clases de L. O no nos damos cuenta, porque está centrada en la gramática, en la palabra, en el adjetivo… y la gesticulación de la cara es súper importante y en alemán, pues, son de estos países europeos, ¿no? que son un poco más restringidos que en español. Además yo, que… bueno, a mí se me ve… Sí, sí, sí, claro, claro, sí, sí. Muchos gestos, sí, exacto. Y esto me pasó ya… yo vivía en Bulgaria un año, estuve haciendo allí prácticas de profe y me pasó ya que decía, pero hay algo aquí en la comunicación que me falla, hasta que me di cuenta que era el tema de la cara. Claro, en español acompañamos mucho más la cara que en otros idiomas, ¿no? Y aprender eso, interiorizar eso tú mismo, también es complicado a veces. Pero bueno, yo creo que de mis cosas así interculturales es, pues, no saber cómo es una cosa. Pues, el otro día que nos llegó una carta certificada de España, que me mandaba mi madre unos documentos importantes, los mando certificados, porque tú en España los mandas certificados. Aquí no. Aquí si te llega una carta certificada es una multa, o algo así, ¿sabes? Y me dijo, me miró la cartera como… perdona, señora Lázaro, perdone, pero es que le ha llegado una carta certificada. Para ti totalmente normal y ella ha estado escandalizada casi, ¿no? Claro, y mi chico igual, mi chico, pero la vas a coger y digo que es de mi madre, ¿sabes? Madre mía. Esas cosas, eso es lo que te iba a preguntar yo. A nivel cultural, qué cosas, aparte de esta que estás contando ahora, que es muy curiosa, qué cosas son para ti interesantes o que hayas visto durante estos años que no sé, que te chocan bastante de la vida en España a la vida aquí en Alemania o ahí en Alemania. Hay una cosa que me gusta mucho que es la de los dos apellidos. Me gusta, todavía me choca, ¿vale? Porque, claro, mi hija tiene dos apellidos. Mi hija está registrada bajo la… Mi hija es alemana y española, pero a nación Alemania, pero está registrada bajo la ley español, entonces tiene dos apellidos, el de su padre y el mío. En Alemania lo normal es tener un apellido y lo normal, lo más normal, lo más general, vamos a decir normal, vamos a decir general, es que las mujeres adopten el apellido de sus maridos, bien con un guión o bien como apellido único. Y hay mucha gente que tiene dos nombres. Entonces, cuando tú envías un email como español con tu nombre y dos apellidos, te dará a pensar que tu apellido, tu primer apellido, es un nombre. Y esto me pasó en una cita telefónica que tuve con una asesora de trabajo. La llamé a la hora que habíamos acordado y le digo, sí, soy la señora Lázaro. Porque claro, yo aquí soy la señora Lázaro para todo. Y me dijo, pues ¿te importa llamarme dentro de 10 minutos? Que ahora estoy ocupada. Dije, ah, claro. Y cuando colgué dije… Ha pensado que era otra persona, no ha pensado que era su visita, o sea, su llamada, porque yo me apellido Lázaro Villasana. En lugar de decir, soy la señora Villasana, dije, soy la señora Lázaro. Efectivamente, cinco minutos después me llamó ella, me dijo, perdone señora Lázaro, ¿es usted la señora Villasana también? Anda, eso es curioso, es curioso. Es brutal, pero es que eso yo no me doy cuenta. Entonces me ha pasado ya dos o tres veces en diferentes situaciones que de repente llaman a una tal Frau Villasana, la V en alemán es la F, y claro, yo estoy pues eso, mirando las agutardas y de repente me hace mi chico a Nat. Que te llaman a ti, claro, porque luego también la parte del usted me resulta muy rara. Porque estoy muy acostumbrada a hablar a la gente de tú, a la cuidadora de la guardería de mi hija, la que va a ser su profe. El otro día estuvimos a la reunión y bueno, yo nos presento a mi chico, Frau Lázaro, Frau Guttinga, claro, también le sorprende que yo no tenga su apellido. Claro, que dirán, a ver, ¿por qué no tienes apellido? Exactamente. ¿Qué pasa aquí? Y entonces le dije, bueno, o podemos, o a Nat y Philips si queremos casar al tú, y me dice, nos quedamos en el usted y yo. Vale. ¿Sabes? Es una sensación de… o sea, yo lo respeto, entiendo que puede ser un tema de centro, pero es como, jolín tía, que vas a estar con mi bebé. Aquí en España la verdad que el tema del usted se está perdiendo totalmente, o sea, ya creo que, como tú dices, no es muy común utilizarlo y normalmente, en cualquier situación, y sobre todo en estas que tú comentas, tan cercanas, al final siempre, desde el primer momento, es tú te amé y es muy cercano, yo creo, ese trato. Y como dices a mí, encima, si es con niños, más todavía. O sea, no sé, a mí no se me ocurriría en una guardería tratar de usted a la señorita. Bueno, no sé, es una cosa muy extraña para nosotros, sí. Pero bueno, no sé. Bueno, hablando un poco de la nena, que tiene poco más de un año, esta es una cosa que me interesa, porque más teniendo madre española, padre alemán, el tema de la crianza, ¿cómo gestionáis, gestionáis de alguna manera el tema de los idiomas? Madre española, que en España era profe de lengua. Encima. Es decir, que yo aquí me he reinventado como copyright, o sea, como correctora y copyright, redactora, etcétera. Pero yo, o sea, yo soy lingüista de corazón, filóloga, con destino a lengua que se quite lo demás. Dame un análisis sintáctico de su Agili, por favor. Entonces, yo además hice en España un máster en bilingüismo, en la UB, en la HU, en Vitoria. Y entonces, para mí, mi hija es mi sueño por muchas cosas, también lingüístico. Entonces, hablamos desde el principio con mi pareja que queremos que la niña hable los dos idiomas. Pues, de momento, en casa, yo hablo en español, siempre, alguna vez se me escapa algo en alemán, cuando estamos con más gente, pero bueno, nuestra comunicación con H siempre es en… mi comunicación con ella siempre es en español, y la de su padre es el 70% del tiempo en alemán y el 30% en español. Porque la lengua de amor de mi chico, o sea, mi chico, cuando tiene que decir algo bonito lo dice en español. Es un idioma bonito para el amor, el español, así que… Pero es curioso que, habiendo aprendido a hablarlo después de conocerme a mí, lo ha institucionalizado y es su idioma de decir cosas bonitas, o sea, de verdad. Entonces, además de esto, del día a día, tenemos acordado que los paseos los hacemos en español, que esto viene de antes de que naciera H, porque la idea era que mi pareja tuviera tiempo, una oportunidad, una ventana, de hablar español en algún momento del día. Entonces, cuando vamos a… salimos a dar un paseo, vamos a la compra, lo que sea, lo que sea fuera de casa, lo hacemos en español. Entonces, él ha seguido esta costumbre con H y, claro, cuando estamos en el paseo, pues le hablamos en español y él a veces a lo mejor no conoce una palabra y entonces a los columpios, ¿no? Pues lo llama… El otro día decía al calampia y yo, columpio. Está aprendiendo vocabulario muy bien, no sé, muy bien, bien. Esto tiene una parte en contra y es que yo aprendo menos, ¿sabes? Bueno, ¿cómo lleva? Ya que dices, ya que hablas con él español, ¿cómo lleva en el tema del español? ¿Cómo lo lleva? ¿Él hablaba algo de español antes de conocerte? Él estuvo dos meses en Chile, entre Chile y Perú, viajando y aprendió cinco o seis palabras. Una buena media, una buena media. Cinco o seis por mes, bueno, está bien. Y no hablaba. O sea, él se decidió a aprender español en el momento en que conoció a mis padres y se dio cuenta de que mis padres hablaban español y francés. Bueno, más que la media. Sí, muy buena media. Y entonces dijo, pues si quiero hablar con ellos voy a tener que aprender español. Y mira, aprendió las cosas bonitas que también está bien para hablar con la familia política, ¿no? Eso está bien, por si acaso, así que… Él es muy fan de Duolingo, ha trabajado con Duolingo, ha trabajado, ha estudiado con Duolingo y con Babbel. Y luego tiene a la profe de gramática en casa, cuando se frustra con ese… Cuando voy al cine… Pero cariño, ¿qué fue ayer? Pues cuando he ido al cine… Y lleva una locura, ahora mismo está centrado en los pasados, se está sufriendo mucho. Bueno, pobre. Porque el planetario perfecto simple no le gusta, claro, que ya nos hace. No lo tiene en su idioma prácticamente. Y con lo fácil que es, madre mía. Bueno, lo de siempre. Volviendo un poco a ti, ¿cómo estás practicando ahora el alemán? Además de lo que nos contabas, de que ya te estás enfrentando un poco al día a día tú sola y que eso ya te expone al idioma de manera… Un poco no. ¿El qué? El juego es, las citas médicas las hago en alemán, voy sola al médico. No solo los nueve meses del embarazo, que a la primera vino él y ya en cuanto vimos que funcionaba ver al pedido también voy sola. Entonces lo que intento es prepararme todo el vocabulario que puedo necesitar, sobre todo cuando es una cosa médica, que a lo mejor… Y sobre todo en las llamadas, para pedir citas, cuando tienes que explicar lo que tienes, lo llevo muy preparado. Mucho, mucho, mucho, mucho. Porque luego una vez que estás allí, si estás en persona, te puedes explicar y si no siempre está Google, sabes que en un minuto haces así y miras lo que sea. Pero sí que para las primeras veces para mí es súper importante. Entonces yo me di cuenta de que si controlo la conversación, no hay ningún problema. Controlar, es decir, luego me pueden preguntar cualquier cosa, ¿sabes? Sí, sí, pero más o menos saber por dónde salir en cada caso y todo eso. Exacto. Y tener muy claro, como se dice, lo siento, ¿puedes repetir más despacio, por favor? Y jugar siempre la carta de perdona, es que no soy nativa. Claro. La carta de no ser nativa, que yo intentaba no jugar antes de venir aquí, está muy bien cuando la gente es muy amable. Porque hay gente que se da cuenta de que no eres nativa. Y dice, vale, suave. Claro, yo te iba a preguntar que cómo eran, aquí que nos escuchan algunos alemanes, ¿cómo son los alemanes en ese sentido? Porque aquí en España sí que es verdad que cuando viene alguien de fuera y nos habla y se intenta hacer entender, nosotros somos súper amables. Bueno. En el 90% de los casos yo creo que sí. Siempre intentamos, o sea, incluso aunque pronuncie una cosa totalmente diferente, nosotros más o menos intentamos ayudar. Digo en el 90% de los casos. No sé. Yo por lo menos sí. Es gracioso, siempre hacen eso. Pero ¿cómo son los alemanes en general? ¿O las experiencias? Porque tampoco vamos a generalizar. A ver. Yo generalizo con los del sur. Vale. ¿Qué pasa con los del sur? La gente del sur, yo vivo en la zona de Friburgo, o sea, estudio abajo. Es una zona bastante acostumbrada al turismo y tal. En general la gente es muy amable. Pero, en cuanto te sacas de su línea de pensamiento, se pierde. O sea, yo tengo una anécdota. Cuando me fui a inscribir en el ayuntamiento con la secretaria de allí, la trabajadora de administración, que acabé frustradísima porque le dije, de no inscribirme, estos son los papeles, mi chico ya ha firmado todo, como que vivo con él, tal, no sé qué, porque me he mudado. Resulta que en alemán, para mudarse, hay un verbo que es mudarse, o sea, irse de un país a otro, otro verbo, mudarse con tu chico de un país a otro. Ay Dios. ¿Sabes? Y entonces yo utilicé el verbo que no era. La diferencia son dos letras, una preposición. Sí, sí, sí. ¿Sabes lo que te quiero decir? Sí, sí, estaba… Entonces, la chica me decía, pero es que tiene que venir su novio, y yo, pero ¿por qué? Se han firmado ya los papeles, que nosotros, para evitar problemas, los teníamos todos muy mirados. Sí. Pero que ya, no, no, no, es que tiene que venir él, porque no sé qué. Estaba hablando con él a la vez por WhatsApp, llamó por teléfono, Madre mía. Y entonces, una trabajadora del fondo diciendo que no, que es que… Ah, es que te he entendido que él también se había mudado. Y yo… Pero tú no estás viendo que yo no hablo bien alemán, porque ahora, ahora le podría haber dicho esto, pero entonces tenía un B2 muy justito. Muy justito. Entonces, claro, pero bueno, en general, en general… Bien, bueno. Bien, el problema, lo que tenemos todos… O sea, lo que pasa es que una cosa es para las reuniones, o sea, las conversaciones momentáneas, ¿no? Para evitar el problema. Y otra cosa es la vida diaria. La vida diaria es mucho más difícil controlar el no hablar muy rápido, el no usar muchas expresiones dialectales, porque además aquí hay un dialecto también muy fuerte. Entonces, todo eso, o sea, yo estoy muy contenta con la gente, con mis amigas. Yo tengo amigas, puedo decirlo. Y hablan conmigo en alemán. Alguna vez cuando no nos entendemos, pues cambiamos al inglés, pero… Una vez al mes, como mucho. Bueno, bien. Eh… Pero hay que querer hacer un esfuerzo. Entonces yo estoy muy agradecida porque estas personas han querido hacer un esfuerzo conmigo. Claro. Que no es fácil, porque evidentemente no puedes hablar igual con una persona que tiene un B2, C1, con poco de suerte. Pero que no conoce todas las palabras, todas las referencias culturales. Claro, eso es lo más interesante. Lo más importante también es el tema de la cultura, de los chistes, digamos, internos del país también, todas las cosas, los personajes. Claro, cada vez que te habla un pintor, un escritor, un… Yo qué sé, sabes, que tú dices… Una canción. Un anuncio de la tele, o sea, como es como en España también, muchas veces. Y es que incluso siendo… Eh… Hispanohablante, si no vives en el mismo país, también no tienes esas referencias culturales tampoco. Es muy complicado, pero bueno. Ya para terminar, ¿algún consejo que nos puedas dar a los estudiantes de idiomas? Bueno, algo que a ti te haya servido, te esté sirviendo y que quieras compartir con todos? A mí lo que siempre me sirve es ver programas, o sea, las series que veo, las veo siempre en versión original. Y es que, bueno, yo creo que es muy importante verlas en versión original. Te iba a decir, excepto si son asiáticas, pero es que no veo nada asiático. No por nada, no tal. Pero quiero decir, veo cosas… No hablo… Eh… Noruego. Y si veo una serie de Noruega, la intento ver en versión original. ¿Sabes? Sí, sí. Yo también, yo también. Eso lo hago siempre también. Y como tú dices, tampoco veo asiáticas, pero sí que Noruega sí que tengo vista alguna. Y de Islandia, en islandés, que me encanta. Y la verdad es que me las trago todas. O sea, es verdad que eso es verdad. Esto… Y luego, bueno, en tu caso también la exposición al continuo, al idioma. No tener miedo a hablar. O sea, al final, esto es como todo, ¿no? La gente, si tú no hablas, la gente cree que has entendido. Yo me acuerdo la primera vez que fui a un curso en alemán con todas mis compañeras alemanas, leves. O sea, esto para la gente que ya ha sido madre, es la revolución hormonal que supone, ¿eh? Entonces, yo me acuerdo que la profesora, la… Bueno, la profesora, la que lideraba el grupo, explicó dos cosas y yo a la segunda me perdí. Entonces, cuando acabo de hablar, todas las… Perdón, no he entendido a partir de la segunda cosa. Y entonces, pues me explicó en modo resumido, pero de manera… Que yo lo pueda entender. Eso y la gente que esté viviendo en otro país, que no sea su lengua, que sean muy pacientes consigo mismos y que se lo pongan fácil. O sea, decirle a alguien, perdona, es que el alemán no es mi primera lengua o el español no es mi primera lengua, no es ponerte por debajo de nadie. Es ayudar a la comunicación. Que da igual que no sea perfecta la gramática. Lo importante es entenderse, que tu mensaje quede claro. Y yo diría también, ya sí, porque nos ponemos… Observar mucho. En español hay un refrán que dice, donde fueres, haz lo que vieres. Sí, sí, ese me encanta. A mí también. Y parece que es muy así, porque además, en la crianza todavía estamos empezando, pero ya veo muchas diferencias entre España y Alemania. Por ejemplo, mi hija va a empezar ahora la guardería con un año. Ya, que en España… Con cuatro meses. Sí, sí. Bueno, pues mira, queda pendiente ese tema para futuros episodios en los que nos van a contar, hablar de diferencias de crianza entre España y Alemania. De guardería, podría ser un tema. Sí, sí, desde luego. A ver, es que esas cosas en realidad, parece que son tonterías, pero son las que realmente hacen luego la vida diaria, no sé, más fácil. Exacto, y que te hacen sentirte realmente como en casa, ¿no? Como, bueno, pues tú no a casa, obviamente. Ahora tú que estás viviendo ahí en Alemania, que supongo que con la idea de hacer vida allí, ¿no? Sí, no, no, el proyecto vital, al menos hasta que mi chico se pueda jubilar o trabajar solo seis meses, vivir aquí. Bueno, pues encantadísimo tenerte aquí en el Podcast. Muchísimas gracias, un estudio súper interesante. La verdad que me gusta ver todas estas cosas que la verdad es que son muy inspiradoras. La verdad que supongo que aquí mucha gente en el Podcast, que está escuchando el Podcast, tu historia la habrá encantado, como a mí, y que, bueno, pues algunas ideas pequeñitas para practicar su propio español o, bueno, incluso si lo escuchan nativos españoles que se encuentran en esa situación que tú, pues mira. Así que nada, muchas gracias por venir al Podcast a contarnos tu historia y nada, cuando quieras volver, aquí tienes tu casa, ¿vale? Gracias, Diego. Muchas gracias. Chao.