Transcripción del podcast
Fluent Spanish Express Podcast, episodio número 432. Aquí tenéis todo el español que no os enseñan los libros. ¡Comenzamos!
Muy buenos días, bienvenidos, bienvenidas a un nuevo episodio de Fluent Spanish Express Podcast. Hoy es martes, 24 de octubre de 2023. Mi nombre es Diego Villanueva y como siempre os traigo todos los días, de lunes a viernes, un nuevo episodio del podcast más desafiante de español avanzado, sin adaptar la velocidad ni el vocabulario, sin guión, sin filtros, el español tal y como lo hablamos los nativos españoles.
Y si queréis ver el español tal y como lo hablamos los nativos españoles, os recomiendo que os suscribáis a la newsletter en www.fluentspanish.express porque allí todos los días un mensaje a los casi más de 700 suscriptores y suscriptores de la newsletter que están recibiendo un email diario con un montón de ideas, de expresiones, de historias y bueno pues veis un poquito en contexto cómo utilizo todo y así entendéis un poquito mejor todas estas expresiones coloquiales que utilizamos los nativos.
Así que ya sabéis, suscribíos en www.fluentspanish.express y así podéis utilizar este recurso para llevar vuestro español al siguiente nivel.
Y hoy voy a hablar de un tema que me parece súper interesante, un tema que bueno pues el que estoy pensando constantemente y es el tema de las redes sociales. Ya hablé de ello hace un montón de episodios, ya no recuerdo ni siquiera en cuál, hace ya más de un año en el que hablaba de cosas de redes sociales y hoy pues voy a hablar de razones para dejar las redes sociales hoy mismo. O sea ahora según terminamos este episodio, coger todos nuestros perfiles en redes sociales, cerrarlos definitivamente y olvidarnos de este mundo de las redes sociales.
Y es que a mí es un tema que bueno me preocupa mucho a nivel de usuario, como usuario de las redes sociales. Me preocupa también mucho pues a nivel de negocio con Fluent Spanish Express y con otros proyectos que tengo. Y al final el tema de las redes sociales es una cosa que está ahí, que forma parte de la sociedad, que forma parte pues de lo que somos. Y hay muchas cosas que a mí personalmente no me gustan absolutamente nada de nada. Estoy constantemente debatiéndome entre cerrar todos los perfiles sociales, olvidarme de las redes sociales y simplemente dedicarme pues a hacer contenidos como hago con el podcast, con la newsletter y todo esto.
Al final hay mucha gente que me escribe y me dice, Diego tú por qué no haces vídeos en Facebook, en Instagram, en Twitter o X como se llame, como el resto de los profesores. Bueno eso tengo que decir que al final yo tengo las horas del día que tengo, o sea no puedo estirar más los días como un chicle. Hago podcast todos los días, hago newsletter todos los días. Son dos formatos que me encantan, dos formatos con los que me siento muy cómodo, dos formatos con los que puedo ser yo mismo, con los que puedo llevar el español que a mí me gusta a todas las personas que me escucháis, a todas las personas que me leéis.
Y hacer vídeos al final también lleva un extra de producción en el sentido de que pues tengo que buscar dónde hacer el vídeo, tengo que ver la luz, que si el sonido, que si peinarme aunque no me peino. Pero todas estas cosas al final lo que tengo que… llevan muchísimo tiempo. A mí me encantaría hacer vídeos. Hacer vídeos es una cosa que me gusta, que simplemente creo que lo puedo hacer además de manera bastante natural pienso. O sea cuando grabo vídeos pues lo hago de manera normal, pero no me da la vida para ponerme a hacer vídeos en redes sociales y sobre todo vivir al capricho de los algoritmos. Eso es lo que no lo que no voy a hacer. Es dedicar todos los días un montón de horas a hacer vídeos para luego que al señor Facebook o al señor Instagram pues diga no, este vídeo no se lo voy a mostrar a nadie. Si quieres que se lo muestre a alguien, paga por ello y ya está. No, no lo voy a hacer y si hago vídeos, eso sí que lo hago alguna vez, los envío a través de la newsletter, la video newsletter y entonces pues le envío al email a las personas ese vídeo y eso me gusta. Porque yo al final sé que ese vídeo si se lo estoy enviando a 700 personas pues va a llegar a 700 personas. No se va a quedar en el camino ni nada de eso.
Así que bueno, ese es el tema. Vamos a hablar de razones por las que podríamos considerar dejar las redes sociales hoy mismo según termine este episodio.
La primera de ellas y para mí la fundamental es por salud mental y es que las redes sociales contribuyen muchísimo a que tengamos ansiedad, depresión y otro tipo de problemas de salud mental. Constantemente nos estamos comparando con el resto, que si fulanito estuvo de vacaciones en no sé dónde y yo estoy aquí en casa aburrido como una ostra, que si este tiene este coche, que si este tiene esta casa, que si este está tan feliz, se ve tan feliz… Al final todo esto nos afecta inevitablemente a nuestra autoestima, nos afecta a nuestro bienestar emocional y es una mierda. O sea, al final estamos ahí comparándonos constantemente con el resto. Además que ya sabéis que las vidas que mucha gente muestra en redes sociales son una auténtica patraña, es decir, es mentira, sucia, cochina, o sea, no es nada de lo que está pasando. Hay gente que se muestra en redes sociales súper feliz y al final es más infeliz que cualquier otra cosa. Al final hay que tener mucho cuidado con esto, nuestro cerebro no está muy preparado para diferenciar entre lo que es verdad y lo que es mentira. Al final nosotros no lo creemos más o menos todo. Decimos, mira este qué coche tiene, mira este qué casa tiene, joder cómo vive este y yo aquí en este piso de 40 metros cuadrados, menuda mierda…
Bueno, pues eso. Y luego está otro punto en el tema de la salud mental y es el miedo a perdernos lo que pasa en las redes sociales. O sea, de no estar en esa sensación que tenemos constantemente de que nos estamos perdiendo alguna conversación, algo que está pasando, ese vídeo que se está compartiendo, que se está haciendo viral, no estamos dentro de la conversación… Bueno, pues al final también afecta a nuestra salud mental.
Y luego en otra cuestión que para mí también es la más importante, junto con este de la salud mental, es la privacidad. Y es que decía no sé qué, no sé cuál famoso, bueno, alguien que en un producto en el que no tienes que pagar, el producto eres tú. En este caso, toda la cantidad de datos personales que nosotros estamos compartiendo con las redes sociales, a mí personalmente desde el punto de vista de la privacidad me preocupa mucho, mucho, mucho. Porque al final muchas veces, no sé si os pasa a vosotros, me imagino que sí, si me pasa a mí, le pasará a todo el mundo, estás en casa hablando de un tema, de lo que sea, de aspiradoras y de repente entras en Instagram y tienes tres anuncios de aspiradoras. O sea, al final esto respecto a la privacidad es una auténtica mierda.
Y luego también el tema de los riesgos de seguridad. Tenemos un montón de información en las redes sociales, nos pueden coger las fotos, robarnos la identidad. Ahora con el tema de la inteligencia artificial ya no os cuento, hacer fraude. Bueno, un montón de cosas que pueden hacer con nuestros datos, con todos los datos que estamos compartiendo en las redes sociales, que es que de verdad que son, a veces, si lo piensas, es que cerrarías ahora mismo la red social.
Luego respecto a la productividad, y esto ya hablando desde el punto de vista de usuario, también como profesional, porque al final yo paso en redes sociales cierto tiempo que además vas viendo un poco los patrones de consumo de los contenidos. Por ejemplo, yo antes veía vídeos en YouTube más largos, en temas que me interesaban mucho más. Ahora están de moda todos estos shorts y todos estos reels y todas estas cosas que al final lo que hacen es en 15 segundos información súper rápida, súper adictiva, porque son súper adictivos, vas simplemente pasando con el dedo hacia arriba. Es que es una locura. Entonces, todo ese tiempo que estás dedicando a las redes sociales no lo estás dedicando a otras cosas, por ejemplo, a hacer ejercicio, hacer deporte, a estar con tu familia, a trabajar, a lo que sea. Al final eso es una parte de tiempo que estás perdiendo absolutamente en nada.
Además también, bueno y esto yo ya lo he quitado hace mucho tiempo, son las notificaciones. Las notificaciones, estás haciendo cualquier cosa y de repente te suena el teléfono móvil. Yo hace ya años que no tengo notificaciones en mi teléfono móvil. Además, el otro día me reía mucho porque yo vengo de… bueno, yo y seguramente muchas personas que me estáis escuchando aquí, venimos de una generación en la que no existía el teléfono móvil y cuando aparecieron los teléfonos móviles nosotros pagábamos dinero por poner una música determinada en nuestro teléfono móvil. Y ahora ya, sinceramente, al menos yo tengo el teléfono en silencio constantemente. O sea, yo cuando me llaman me entero simplemente si miro el teléfono. O sea, huimos de esas cosas.
Bueno, más cosas. Más cosas que… más razones para cerrar las redes sociales ahora mismo. O sea, ahora, según terminemos este episodio, la calidad de las redes, de las relaciones interpersonales. O sea, estamos construyendo interacciones en redes sociales, conexiones que no son genuinas, no son nada profundas o la mayoría no lo son. Yo conecto… bueno, no sé. A mí me ha pasado muchas veces que voy por la calle, me encuentro con una persona con la que, por ejemplo, fui al colegio o algo de eso, ni siquiera me saluda. Pero luego, sin embargo, cuando estamos en Facebook me agrega, me intenta o me pide, me hace petición para agregarme como amigo en Facebook. O sea, no me estás saludando en la vida real y sin embargo quieres tenerme en Facebook. ¿Para qué? Bueno, pues esas cosas me hacen pensar mucho si realmente merece la pena tener Facebook o todo esto. Porque al final piensas, bueno, tengo a esta persona en Facebook, ¿para qué? Si algún día necesito conectar con alguien, estoy seguro de que voy a encontrar la manera de hacerlo. Por ejemplo, porque tenga el teléfono de Pepito, que es muy amigo suyo. O sea, al final, estas cosas… creo que además mucha gente de la que tenemos en redes sociales ni siquiera vamos a volver a conectar con ellas nunca más.
Y esto de las relaciones interpersonales también interfiere mucho en el tema de las relaciones que tenemos cara a cara. Bueno, ¿cuántas veces estáis en la terraza de un bar, de una cafetería y os encontráis a que la gente está sentada en una mesa, alrededor de una mesa y están todos mirando el teléfono móvil? No están ni siquiera hablando entre ellos. Bueno, pues esto hace que disminuya muchísimo también la calidad de comunicación en nuestro mundo, en el mundo que vivimos. Joder, que no vivimos en las redes sociales.
Y luego también otra cosa que a mí me preocupa mucho, y esto ya a nivel de usuario, es el tema de la desinformación y la polarización. Y es que las redes sociales últimamente se han convertido, sinceramente, en un propagador de mierda constante, de desinformación, de noticias falsas. Contribuyen constantemente a que estemos enfrentados unos con otros, a que desconfiemos los unos de los otros. Y a mí eso me parece una mierda. O sea, el hecho de tener que posicionarte de un lado o de otro a mí me parece lamentable. Porque al final aquí no existen ya los matices, no existen los grises, aquí todo es negro o blanco. Aquí no vale posicionarte o quedarte al margen de esto. En las redes sociales o eres de un lado o eres de otro. Y es que eso es realmente asqueroso.
Además, también otra cosa interesante, es que hablaba antes de los algoritmos, y es que cuando estamos consumiendo contenidos de un tipo, por ejemplo, de una ideología política, ¿qué pasa? Que las redes sociales nos empiezan a bombardear con información, con contenidos que van en consonancia con lo que pensamos, con nuestra ideología. De manera que al final lo que hacemos de nuevo es estar polarizando más y más nuestra sociedad, porque al final no estamos viendo la otra parte, la otra cara de la moneda, no estamos viendo otras maneras de pensar. Simplemente estamos reforzando lo que nosotros pensamos con contenidos que piensan igual que nosotros. Y eso, de nuevo, nos hace muchísimo más pobres y eso nos hace una mierda.
Más temas. Bienestar físico. Hay una persona que sigo en redes sociales, mira, valga la redundancia, aunque tengo que decir que leo sus artículos de blog y su newsletter, que habla del bienestar físico o lo que hace el uso excesivo de las redes sociales en nuestro bienestar físico. O sea, básicamente lo que hace es que nos convirtamos en personas sedentarias, que no hagamos lo que tenemos que hacer, que es movernos, que tiene un impacto súper negativo en nuestra salud física.
Y al final, las redes sociales o el tiempo que invertimos en las redes sociales, como en cualquier otra cosa, si lo hacemos sin medida, pues al final tiene un impacto muy negativo en nuestra manera de ser.
Más cosas. Otra razón, la autenticidad. Con lo que os decía antes, al final todos vamos haciendo una versión idealizada de las personas en redes sociales. Vemos a esta persona siempre está de viaje porque siempre pone fotos de viaje. Esta persona tiene una vida maravillosa, tiene una familia que la quiere, tiene un montón de cosas que al final tú te paras a pensar y dices tú, joder, que es que en la vida de esta persona no hay ni un momento de mierda.
Bueno, pues al final esto es como todo. El otro día, precisamente en la newsletter, yo escribía una newsletter en la que decía que había sido un día de mierda, que había tenido un día malísimo, que tal. Y simplemente lo que hacía era intentar un poco desahogarme o simplemente pasar un rato escribiendo en la newsletter para aprovechar también y que las personas que están suscritas a la newsletter vean otro tipo de vocabulario, otro tipo de lenguaje que tiene que ver con el hecho de que haya sido un día malo para ti y que cuentes cosas negativas.
No todo es maravilloso en la vida. Al final hay que saber de todo. Entonces estas cosas en las redes sociales, pues la verdad es que no suele ocurrir demasiado.
Y luego ya por último, la dependencia tecnológica. Y al final es que tenemos estos cacharros, estos cachivaches que tenemos aquí, los teléfonos móviles, estos inteligentes que llaman ahora, que la verdad es que tienen millones de funcionalidades que no llegamos a utilizar ni el 10% de lo que tienen.
Pero aún así queremos cada vez un teléfono más potente, un teléfono con más capacidad, un teléfono que vaya más rápido. Y al final lo que tenemos es una dependencia. Todos los lunes a mí me llega un mensaje en el teléfono que dice si he utilizado durante la semana anterior más tiempo o menos tiempo el teléfono móvil.
Cada vez que pone que he reducido en un 10%, en un 5% mi uso del teléfono móvil, la verdad es que me alegro un montón. Así que bueno, pues estas cosas de la dependencia tecnológica también son súper controvertidas y una razón más pues para que decidamos dejar un poquito de lado todo esto de las redes sociales.
Desde luego que los teléfonos móviles son una herramienta maravillosa para hacer un montón de cosas, por ejemplo para escuchar este podcast, pero al final hay mucho tiempo, dedicamos mucho tiempo a utilizarlo y eso pues a la vez es peligroso.
Bueno, como veis hay un montón de razones, seguramente a vosotros o a vosotras se os ocurran algunas más o tengáis una idea o una opinión diferente a la que yo tengo de todo esto, no sé qué es lo que opináis.
Os animo a que pues me escribáis, me digáis vuestro punto de vista, me digáis si estáis de acuerdo, si creéis que en algo pues no estáis de acuerdo en algo, no tengo razón en algo. Os animo a que lo toméis como una práctica, que bueno pues que dediquéis un ratito a escribir en español sobre esto, sobre un tema diferente un poquito, que es el tema de las redes sociales y nada.
Espero que os haya gustado este episodio, la verdad es que a mí me ha gustado mucho hablar sobre ello, la verdad es que hablar de temas así tan interesantes me parece guay para el podcast, me parece guay para mí porque también me sirve un poquito para reflexionar estas cosas que a veces pues no se hacen en voz alta y hoy pues aprovechando el podcast, aprovechando como excusa que pues vuestra práctica de español, pues yo he aprovechado también para expresar un poquito todas estas ideas que tengo en la cabeza y que voy soltándose un poquito según me van viniendo. Así que nada, espero que os haya gustado, nos vemos en el episodio de mañana. Recordad darle cinco estrellitas al podcast en Spotify y en Apple Podcast y también pues si queréis apoyarme o agradecerme el esfuerzo con un café, pues sabéis que tenéis en la descripción del podcast un enlace para hacer estas donaciones. Nos vemos en el episodio de mañana miércoles, que tengáis un muy buen día. Adiós.